DICEN que muchas veces la realidad supera a la ficción, y bien podría ser este el caso de la noticia que conocimos hace unos pocos días: la del fallecimiento inesperado y atípico —a causa de un desafortunado accidente doméstico— del artista suizo Hans Ruedi Giger, más conocido con su apellido a secas, bajo el cual creó las más espeluznantes criaturas y los mundos más intranquilizadores que jamás hayamos podido imaginar.
Famoso en el mundo entero por su decisiva participación como diseñador artístico en la película Alien y sus secuelas, Giger consiguió desarrollar un universo imaginario, fantasmagórico e irreal en el que jugaron un papel decisivo sus extraños e inquietantes diseños, surgidos de lo que él mismo bautizó —al parecer— con el término de biomecánica: estos es, formas barrocas de carácter orgánico, aspecto bastante repulsivo y plasticidad extrema que estaban dotadas, además, de un fuerte componente sexual, al asemejarse muchas de ellas a falos, vulvas y otros órganos corporales, o adoptar posturas en sus composiciones explícitamente provocativas.
Queda para la posteridad el conjunto de su obra, descriptiva de un universo ficticio muy original, y su misteriosa personalidad (que se vio realzada por un vestuario adecuado —siempre iba vestido de negro— y ciertos rasgos de su carácter que, al parecer, le hacían muy particular).
Descanse en paz.
Famoso en el mundo entero por su decisiva participación como diseñador artístico en la película Alien y sus secuelas, Giger consiguió desarrollar un universo imaginario, fantasmagórico e irreal en el que jugaron un papel decisivo sus extraños e inquietantes diseños, surgidos de lo que él mismo bautizó —al parecer— con el término de biomecánica: estos es, formas barrocas de carácter orgánico, aspecto bastante repulsivo y plasticidad extrema que estaban dotadas, además, de un fuerte componente sexual, al asemejarse muchas de ellas a falos, vulvas y otros órganos corporales, o adoptar posturas en sus composiciones explícitamente provocativas.
Queda para la posteridad el conjunto de su obra, descriptiva de un universo ficticio muy original, y su misteriosa personalidad (que se vio realzada por un vestuario adecuado —siempre iba vestido de negro— y ciertos rasgos de su carácter que, al parecer, le hacían muy particular).
Descanse en paz.
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